De Valencia a León: víveres, colchones y compañerismo que unen la dana con los incendios forestales
- En Ponferrada se han juntado convoyes humanitarios de diferentes ciudades
- DIRECTO: sigue la última hora de los incendios


Torrent - León: diez meses desde la dana; dos semanas de incendios forestales en el oeste de Castilla y León. A estos dos traumas colectivos les separan siete horas de coche según el navegador (sin parar a descansar). Ana Isabel viene de la Comunidad Valenciana con tres furgonetas cargadas con material para donar.
En Ponferrada, ya han entregado este jueves, en el punto de recogida en el mercado de abastos, su cargamento. Las cajas, apiladas, van a ser repartidas por los diferentes pueblos donde se necesita apoyo. Antes de que se las lleven, estos voluntarios escriben en ellas mensajes de apoyo: "Amunt, León" (adelante, León); "Valencia ni olvida ni abandona" o "estamos con vosotras 'las de la dana'".
Ana Isabel rememora lo que les decían a ellos en esos telegramas solidarios y se emociona: "Cuando esto pase, se van a acordar" de este detalle cariñoso.
Los voluntarios mandan su cariño a las personas que están combatiendo el fuego en León. Daniel Rivas Pacheco
Las siete horas de trayecto sin detenerse se han convertido en unas once para este convoy humanitario: "Hemos parado para descansar; en mi caso, me he subido en el vehículo nada más salir de trabajar a las 22.00h", narra Ana Isabel.
Este es el primer envío que hacen y, desde el grupo que lo ha organizado, prometen más: "Cuando pasó la dana y llegaron voluntarios, se nos abrió el cielo. Sabemos lo que es estar sin casa y sin ropa", y explican que mucha gente se les está ofreciendo para echar una mano frente a esta catástrofe.
Desde Catarroja, personas de manera altruista han donado mascarillas; en Torrent, Albal y Algemesí, comida, agua y material para el trabajo frente al fuego. Entre estas localidades, se encuentran algunas de las más afectadas por la dana del 29 de octubre. Murieron 228 personas.
Además, en la puerta del mercado de Ponferrada se han encontrado otros voluntarios de Reus y de Madrid que también han cruzado el país de noche para traer suministros. Desde Cataluña, cargan con un horno eléctrico para que los efectivos contra incendios coman caliente.
En estas dos semanas, las cifras en el oeste de España expresan otro tipo de destrucción: se han declarado 20 grandes incendios forestales que han arrasado más de 300.000 hectáreas, como recoge Datos RTVE. El número de personas que en algún momento han sido desalojadas se acerca a las 34.000.
El hilo solidario con el norte
Desde sus casas, estos valencianos escuchaban en las noticias los nombres de los pueblos del norte de muchos voluntarios que habían ido a la dana. Y con estas personas mantienen la relación, como con una chica de León, que les escribió un mensaje: "Necesitamos ayuda".
La respuesta desde Valencia "fue espontánea: viniste a la dana, pues ahora nos movilizamos nosotros", responden. Y, rápidamente, recopilaron material. Faltaba cómo transportarlo a León, Zamora y Ourense, las provincias más afectadas por los incendios forestales de este verano. "Los conductores de las tres furgonetas se ofrecieron voluntarios y, luego, recaudamos dinero para la gasolina", explican.
Xavi, que también viene desde Valencia, toma como referencia un mensaje que ha escuchado estos días para acordarse de lo que vivió en la dana: frente a los incendios, los vecinos "se sienten igual de abandonados por la Administración que nosotros hace diez meses".
El agua, para hidratar a las personas que luchan contra el fuego, es una de las donaciones más abundantes. Daniel Rivas Pacheco
Cuando Ana Isabel recibió una llamada de auxilio desde la zona de los fuegos forestales, no dudó, solo se preguntó: "¿Dónde hay que ir?". Y señala a Xavi, que lleva una camiseta que recuerda a los municipios afectados por las inundaciones del Mediterráneo: "A él tampoco le tienes que pedir dos veces que se venga".
Esta voluntaria lleva quince años haciendo cooperación y hace equilibrios por mantener una segunda vida: tras descargar el material, vuelve por la tarde en coche a Valencia. Menos de 24h después, este viernes por la tarde, entra a trabajar de nuevo. En el caso de Álex, estaba de vacaciones, pero ha tenido que pedir a una amiga que cuide a su hijo de 10 años.
El aprendizaje de una catástrofe natural
Desde este grupo de voluntarios, reconocen que en los primeros días de una emergencia, es difícil organizarse y se puede tender al caos. Sobre todo, cuando las comunicaciones fallan, como pasó en la dana y en algunas comarcas afectadas por los incendios. Por eso, una de las tareas previas, antes de mandar tres furgonetas, ha sido preguntar qué se necesita.
El cargamento solidario se clasifica y se reparte en vehículos que los llevan a los incendios. Daniel Rivas Pacheco
"Enviamos botas de trabajo, guantes, cascos, mascarillas, pañuelos para la boca por el humo y crema de quemaduras", enumeran, y piensan en voz alta: "Van a necesitar mucha agua embotellada también". Sin embargo, reconocen que las necesidades van a ir cambiando: "También faltará ropa interior para las personas desalojadas que han escapado con una pequeña maleta". Así que ya planean un nuevo envío desde Valencia.
En la dana, sintieron que "costó organizar" la solidaridad. En una emergencia, narran, es normal que las instituciones estén desbordadas. Aun así, reclaman que este tipo de situaciones se tienen que gestionar mejor: "La gente de a pie no deberíamos estar haciendo esto", argumenta.
Por eso, dentro de su ecosistema solidario, valoran el rol de personas que centralizan todas las demandas y actúan como intermediarios. A pesar de ello, si tienen que extraer un consejo de la emergencia que enfrentaron es la llamada a la acción: "Hay que reaccionar, hacer las cosas rápidas, porque en un segundo de retraso pierdes una vida".