Visita a Rupit y al Santuario de Nuestra Señora del Far


En este día de febrero invernal, nos adentramos en la Catalunya interior a disfrutar de los paisajes que nos ofrece la naturaleza en una tierra de riquezas naturales que conforman el Parque Natural de Collsacabra, área protegida de la comarca de Osona, en la provincia de Barcelona, a caballo entre las comarcas vecinas de la Garrotxa y de La Selva.
La naturaleza ha sido generosa con esta tierra, situada en un entorno excepcional, agreste, solitario, de difícil acceso y limitada al sur por los precipicios sobre los pantanos de Sau y de Susqueda, así como el río Ter que después de discurrir también por Girona capital va a desembocar al Mediterráneo en l’Estartit.
En el corazón de estos parajes encontramos nuestro destino, el pueblo de Rupit.
Toda la zona, de carácter rural, con masías y casas diseminadas, estaba regentada por el vizconde de Osona, que habitaba en el castillo de Fábregas hasta que se trasladó a Cardona. Así, pues, aproximadamente en el año 1000 se construyó el castillo que se asienta sobre las rocas (en latín “rupes”), y por lo que parece da nombre al pueblo de Rupit que fue construyéndose a su alrededor.
Algunas de las primeras construcciones fueron los molinos de la riera, aprovechando las aguas que discurren por la zona y llegan hasta una docena de ellos. Poco a poco las riadas fueron reduciendo su número; uno de ellos, el Molí de Marandes (s. XVII), estuvo activo hasta 1962.
Rupit destaca por sus calles adoquinadas con pendientes, peldaños de piedra y pavimentos de losas naturales del terreno. Sus casas rústicas, que datan de los siglos XVI y XVII, mantienen su arquitectura original. Destacable su iglesia dedicada a San Miguel pero con un retablo barroco dedicado a San Esteban, traído de una iglesia de Olot. Desde su campanario se pueden admirar unas magníficas vistas. Disfrutamos paseando por calles como la del Fossar y plazas como la Mayor o la de los Caballeros, donde estos se reunían y luego subían al castillo. Otros edificios de interés son la Casa del boticario, la Notaría Soler y la Antigua Herrería, casas que albergaban diferentes oficios con larga historia en la población.
Algunos nos acercamos paseando hasta la ermita de Santa Magdalena y otros siguiendo la riera hacia el salto de Sallent, que es el salto de agua más alto de Catalunya con una altura de unos 115 m.
Paseando por el puente colgante.... Anna Centellas
No nos podemos ir de Rupit sin haber comprado los excelentes embutidos y licores propios del lugar, así como cruzar el puente colgante, divertido, pero ojo, se mueve.
De camino hacia el restaurante, discurrimos por una sinuosa carretera que nos lleva por parajes encantadores. Este relieve abrupto es el resultado de miles de años de erosión por viento, agua y cambios climáticos, que han creado un paisaje único de formas rocosas impresionantes y vegetación mediterránea exuberante.
El lugar elegido para comer está situado al lado del santuario de la Mare de Déu del Far, del siglo XI, edificado sobre el imponente risco que lleva su nombre, de 1123 m. de altitud. Desde sus miradores descubrimos unas magníficas vistas sobre los pantanos de Sau y Susqueda, los riscos de Tavertet, las cercanas poblaciones de Sant Martí Sacalm, Les Planes d’Hostoles e incluso Girona capital. Un poco más lejos Montserrat, el Montseny, el Pirineo recién nevado, y en días muy claros dicen que se ve el Puigmajor en Mallorca.
Pero las vistas que nos muestran la belleza de este territorio nos evocan también los mitos y leyendas que en estas comarcas de Collsacabra y las Guillerías han impregnado de misterio estos paisajes enigmáticos y han dado lugar a cuentos y creencias como la brujería, las hadas de agua y los ángeles que vivían en las cuevas y remansos de los cursos de agua y que protegían a los pastores y payeses de la zona.
Camino de vuelta a casa rememoramos las andanzas de los bandoleros que asaltaban a las personas y casas principales de estas comarcas, uno de ellos Joan Sala i Ferrer, también conocido como Joan de Serrallonga, del cual decían las leyendas que era como Robin Hood que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Pero lo cierto es que el 8 de enero de 1634, después de ser apresado, fue sometido a duras torturas, recibió cien azotes, le fueron cortadas las orejas, fue degollado, su cuerpo descuartizado, y su cabeza expuesta en una jaula de hierro en Barcelona. Eran otros tiempos.