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Elena Gómez-Díaz: Ciencia para no rendirse ante la malaria

  • Elena Gómez-Díaz en el 30 aniversario del Parque de las Ciencias de Granada con "No es un día cualquiera"
  • “Cada tres minutos muere un niño por malaria”, la urgencia de una investigación olvidada por la industria farmacéutica

Por
Locutora o periodista de RNE en estudio de radio, con auriculares y micrófono con protector rojo. Sonríe, viste camisa blanca y el fondo es marrón.
Elena Gómez- Díaz en "No es un día cualquiera"

Elena Gómez-Díaz es una científica titular del CSIC en el Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra, en Armilla (Granada). Su vida ha estado marcada por una vocación temprana que comenzó con una serie de televisión y terminó convirtiéndose en una carrera internacional dedicada a una de las enfermedades más antiguas y mortales del planeta, que es la malaria: "Mi vocación nace de la mejor serie de la historia de la televisión, que es Érase una vez la vida", recuerda con humor y ternura. Hoy, lidera un equipo de investigación que estudia cómo el parásito de la malaria logra adaptarse y sobrevivir con una inteligencia biológica pasmosa.

Desde su laboratorio, Gómez-Díaz aborda una batalla científica marcada por la velocidad evolutiva del parásito y la falta de financiación estructural: "La malaria aún existe por tres razones: la capacidad del parásito para evolucionar, la falta de inversión suficiente y porque afecta a países pobres", explica.

No es un día cualquiera - Elena Gómez- Díaz: Investigación en Parasitología y Biomedicina del CSIC

Una mochila contra la muerte

La metáfora que utiliza para describir al "Plasmodium", el parásito responsable de la malaria, no puede ser más gráfica: "Es como salir de casa con una mochila sin saber qué día hará. Dentro lleva diferentes mudas y, en función de las condiciones, saca una u otra", nos explica Elena. Así logra sobrevivir, transmitirse y llegar a matar. Su equipo estudia precisamente cómo se comporta este parásito en la sangre y en el mosquito: “Durante muchos años la ciencia se centró en el ciclo humano, pero sabemos muy poco de lo que ocurre dentro del mosquito”, afirma.

Mosquito alimentándose, probóscide insertada en piel humana.  Macrofotografía con gran detalle de la interacción insecto-piel. Fondo oscuro.
La malaria se propaga por mosquitos infectados.

Mosquito hembra del género Anopheles.

En un contexto global donde las enfermedades infecciosas amenazan con volver a territorios aparentemente seguros, la científica alerta: "Con el cambio climático, los mosquitos expanden su rango. Es cuestión de tiempo que reaparezcan brotes en Europa".

Ciencia entre obstáculos

A pesar de la relevancia de su investigación, Gómez-Díaz ha vivido en carne propia los límites del sistema científico español, como la precariedad, la burocracia y la falta de estabilidad: "Las condiciones laborales son muy precarias. La media de estabilización en el CSIC está entre los 40 y 50 años. Para entonces, ya has pasado gran parte de tu carrera dando vueltas por el mundo sin estabilidad", su voz no es queja, es testimonio de una realidad persistente.

La experiencia más absurda la vivió en 2019, cuando se quedó un año sin financiación por "el tipo de letra del pie de una figura" y una firma electrónica mal interpretada: "Fue un año en blanco. Lo peor es que se priorizó una cuestión formal sobre el contenido del proyecto", confiesa.

Mujeres que cuentan y lideran

En 2018, fundó la red "Women in Malaria" con un objetivo claro, el de visibilizar a las científicas en un campo dominado por hombres: "Hay muchas mujeres investigando en malaria, pero muy pocas liderando. Se quedan en trabajos invisibles, sin capacidad de decisión". Por eso, su iniciativa tiene cuatro pilares, visibilizar, empoderar, formar y crear comunidad, especialmente en contextos como África, donde la brecha de género es más profunda.

Incluso en el diseño de sus congresos piensan en las barreras cotidianas: "Hacemos congresos virtuales, porque para muchas mujeres, sobre todo si son madres, viajar es una barrera".

Educar para prevenir

En paralelo a su labor científica, Gómez-Díaz apuesta por la divulgación. Ha creado un ciberjuego para niños de primaria, "Misión Malaria Cero", que enseña de forma lúdica cómo se transmite la enfermedad. Porque, como recuerda con dureza y claridad. "Cada tres minutos muere un niño por malaria".

Niño con cartel
El impacto de la malaria

Un niño lucha contra la malaria en Abuja (Nigeria)

Para ella, la ciencia no es una carrera de prestigio, es una forma de cambiar vidas. Y por eso insiste en lo que aún nos cuesta mirar de frente: "La malaria es prevenible y curable, pero sigue matando porque ocurre en países pobres y olvidados", explica.

En un tiempo donde la prisa lo inunda todo, Elena Gómez-Díaz propone un modelo de ciencia con ética, profundidad y compromiso. Investiga no solo para curar, sino también para que no olvidemos lo que aún está por resolver. Porque como ella misma afirma: "Contar bien algo es, a veces, la única forma de que no desaparezca".